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Para nuestra desgracia no será el último en fallecer, los ciclistas en la carretera nos jugamos la vida literalmente. Más exactamente juegan con nuestras vidas a diario. El pasado sábado Michele Scarponi era atropellado mientras entrenaba en Filottrano, a consecuencia del atropello perdía la vida. Seguro que todos habéis leído titulares como «Muere el ciclista…» o «Ha muerto…» Hablemos claro Michele Scarponi no ha muerto, le han matado. Como a tantos otros ciclistas en la carretera el conductor de un vehículo a motor les ha quitado la vida. Y hay que hablar claro porque suavizar los términos quita «gravedad» a las cosas. Decir que «muere» es casi como dejarle a él la responsabilidad de no estar entre nosotros. Y no, la responsabilidad no es suya, a él no le había llegado su hora, una persona le ha quitado la vida.
Es indignante leer o escuchar según que cosas, «chocó frontalmente con un camión, que iba en dirección contraria…». Yo no sé si quien escribe estas cosas las vuelve a leer o según las escribe las suelta sin más. Por una cuestión de simple lógica fue arrollado por un camión que iba en dirección contraria, y ya nos dirán en la investigación si el que iba o no por su carril era el camión o Scarponi. Pero es más, escribir eso cuando desde Italia los Carabinieri ya indican que el conductor del camión no respetó la preferencia de paso, me parece lisa y llanamente un insulto.
Desde el Blog de EnBici queremos enviar un saludo afectuoso a la gente más cercana a Michele Scarponi. A su mujer, a sus dos hijos, familiares, amigos y al pelotón profesional. Le han quitado la vida haciendo lo que más le gustaba, y no, no es ningún consuelo.
Michele Scarponi, el ciclista
Scarponi tenía treinta y siete años, era un escalador consumado. En el año 2011 finalizaba segundo en el Giro, a seis minutos de Contador. Cosas de la vida la sanación por dopaje del Español le dió su único triunfo total en un gran vuelta. Sin duda 2011 fue su año como ciclista, vencedor en la Volta a Cataluña y en el Giro del Trentino. Hace poco más de una semana Scarponi se imponía en la etapa inaugural del Tour de los Alpes. Su última victoria, ahora debía estar preparando el Giro, al que iba como líder del Astana. Otros triunfos parciales en etapas del Giro Italiano, o en la Tirreno-Adriático. Segundo en Lombardía, se le resistió la Lieja-Bastogne-Lieja, la prueba cuya victoria le ha dedicado Alejandro Valverde entre lagrimas. En un gesto de gran amigo el de Murcia dona el premio en metálico a la familia de Scarponi.
Scarponi también tuvo sus grises, al cruzarse con uno de los personajes más negros del mundo del ciclismo. Participó en sesiones de transfusiones, en 2016 admitió haberlo hecho y fue sancionado con dieciséis meses de inhabilitación. Scarponi fue capaz de resurgir sobre ese capítulo gris y re-inventarse. El esfuerzo es algo que no se negocia en un buen escalador, y él lo era.
Atención: Ciclistas en la carretera
Los que vamos por la carretera estamos acostumbrados a encontrarnos carteles que anuncian: «Atención: Carretera frecuentada por ciclistas». Espero que no solo los que van en bicicleta los hayan visto. Si fuese así el problema que tenemos sería aún más grave de lo que creíamos… En fin, dejando a un lado que me parezca inaudito el avisar a los conductores de la presencia de otros tipos de vehículos en las vías, aclaro que me parecen bien todas las medidas para favorecer o procurar nuestra seguridad. No vaya a ser que alguien piense que abogo por eliminar esos avisos. No, no lo hago, pero estaremos todos de acuerdo en que lo ideal sería que no fuesen necesarios. Los ciclistas en la carretera estamos en riesgo constante. Somos especialmente vulnerables, somos parte del chasis de nuestro vehículo. Y no, no somos un Luke Cage, no tenemos la piel dura como el titanio…
En la mayor parte de las ocasiones la culpa o la imprudencia corre del conductor del vehículo a motor. Lo más grave es que el 65% de los conductores que arrollan a ciclistas se dan a la fuga. En un estudio de los accidentes acaecidos entre 2008 y 2013, se llegó a la conclusión que en el 60% de los casos la infracción vino del lado del conductor del vehículo a motor. Es evidente que tanto al manillar como al volante van humanos. El factor humano es muy importante en los accidentes, cualquier descuido o maniobra de último momento puede tener consecuencias muy graves. También es cierto que no ocurren todos los accidentes que podrían ocurrir. Creemos que hoy es un buen momento para recordar algunas normas de circulación. Tanto para cuando llevamos el manillar entre manos, como un volante.
Circulando en bicicleta
Recordemos que es obligatorio el uso del casco en vías interurbanas, y que a los menores de dieciséis años esa obligatoriedad les afecta también en vías urbanas. EnBici recomienda el uso del casco en todo momento y situación. Se ha demostrado que es un sistema eficaz en caídas. Así que da igual tu edad, da igual en que vía te muevas, ponte el casco por favor. También es conveniente llevar ropa reflectante, como cualquier vehículo hay que facilitar que se nos vea, encima de la bici somos una proyección de la misma.
Somos conductores de un vehículo, ¿qué quieres decir con eso? Sencillo que tenemos que respetar y cumplir las normas de circulación. Circulamos por los lugares habilitados para la circulación de vehículos. Cumplimos las normas respecto a los ceda el paso, a los semáforos, a los STOP. Respetamos los principios de prioridad de paso en cada circunstancia. Debemos señalizar las distintas maniobras con antelación y de forma correcta. El resto de vehículos de la vía deben enterarse de la maniobra que vas a realizar.
Somos responsables del estado de nuestro vehículo, realiza las tareas de mantenimiento básico. Si es necesario trae la bicicleta a nuestro taller le haremos una puesta a punto. En carretera podemos circular en paralelo. En grupos de dos bicicletas, no más de dos ojo al dato. Pero hay restricciones a esa norma, ¿cuáles son? El tráfico denso o la baja visibilidad de la vía, debemos estar atentos a esos dos factores. En vías saturadas por el tráfico o con bancos de niebla por ejemplo, no podemos circular en paralelo.
En la bicicleta no podemos usar el móvil, estamos conduciendo es la misma situación que en otro vehículo. Tampoco llevar los cascos puestos para oír música. Desde luego no se puede circular bajo los efectos del alcohol o de las drogas. En principio circular por autopistas o autovías está prohibido. A excepción de los mayores de catorce años que podrán hacerlo en autovía y solo por el arcén, excepto en los casos en los que una señal prohíba esta situación expresamente.
Voy con mi coche, y hay bicicletas en la carretera…
¡Qué raro! ¿Verdad? Otros vehículos usando la misma carretera que tú… Si lo que no pase en este país… Bien las bicicletas como cualquier otro vehículo pueden usar las carreteras en las que no tengan prohibido circular reglamentariamente o puntualmente indicada la prohibición por señal reglamentaria. Ya tenemos claro que las bicicletas están en su derecho de circular por la vía.
Y si están circulando por un lugar prohibido o están saltándose las normas de circulación. Pues lo mismo que si el que lo hiciese fuese un conductor de vehículo a motor. Al no ser que seas agente de la circulación tú no puedes sancionarle. Tampoco porque otro se salte las normas tú debes hacer lo propio. Si puedes denunciar el comportamiento, sin saltarte al tiempo tú las normas, adelante. Por lo demás solo puedes observar las normas que te atañen y respetar a los demás usuarios de la vía. Ídem para la inversión de papeles.
No todos los vehículos tienen las mismas prestaciones. Los hay con más potencia y otros que por motor o edad no dan mucho más de si. En esos casos el resto de usuarios debemos usar la paciencia y la empatía, esa cualidad tan necesaria y escasa. Además si con el vehículo que nos cruzamos es una bicicleta debemos pensar en la vulnerabilidad de la persona que la conduce. Paciencia y extremar la precaución. Si tenemos que adelantar a ciclistas, recordemos dejar al menos una separación lateral de un metro y medio. Al hacerlo debemos reducir la velocidad. Está permitido siempre que sea posible la maniobra, no vengan otros vehículos en el otro sentido, ocupar el carril del sentido contrario en parte o casi en su totalidad. Con tal de que la maniobra sea lo más segura posible.
El dichoso claxon… El claxon es una herramienta que solo se debe usar en caso de emergencia y como principio para evitar accidentes. Así que para todo lo demás no podemos usarlo. Como conductor de un vehículo a motor debemos saber que los ciclistas tienen prioridad de paso respecto de los vehículos a motor. En una rotonda si el primero de un grupo de ciclistas entra en la mismas, todo el grupo tiene prioridad de paso. Lo mismo en un cruce, hasta que no pasa el último hay que esperar turno.
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