Tabla de contenidos
Cómo limpiar nuestra bicicleta, es una de las dudas existenciales cuando se empieza en este mundillo. Y una comedura de tarro cuando ya estás dentro de él… Porque en si misma la bicicleta es una herramienta «sencilla», pero precisa de un mantenimiento muy especifico. La limpieza es una parte fundamental de ese mantenimiento. Hoy hablamos de cómo limpiar nuestra bicicleta, y da igual que llevemos décadas encima de ella, o que acabemos de empezar, a todos nos interesa este asunto. Nadie mejor que uno mismo para limpiar su bicicleta, ¿no os parece?
EnBici cuidando la bicicleta
Ayer fue San Valentín, y quizás quede feo decir que estamos muy enamorados de nuestras bicicletas.
¡¡¡Locos si son un trozo de metal!!!
Oye sin ofender, que también tienen sentimientos…
Estamos seguros de que tú eres como nosotros, que te gustan las dos ruedas y disfrutas encima de una bici. Si quieres que hablemos de ciclismo puedes venir a vernos en nuestro horario:
IMPORTANTE: Desde el 1 de Diciembre, horario de Invierno: L-V: 10.00h a 14.00h y 16.00h a 20.30h S: 10.00h a 14.00h
¿Conoces ya EnBici?, ¿no? y a qué esperas. Ven a nuestra tienda en Calle de la Fantasía esquina con la Calle de la Magia, sin número, ¿sugerente verdad? Déjate llevar por la fantasía, sumérgete en la magia de Enbici, y vive una realidad inolvidable.
Cuestiones previas
No vamos a dar por sabido nada, así que ahí va la primera cuestión, no es lo mismo el cuadro, que la transmisión…
¡¡¡Vaya tela!!! Menudo día llevaís hoy, ¿vais a decir algo razonable? ¿algo que no sepamos?
Bien, cada una de esas partes debe tener un modo de limpieza diferenciado. Así las cosas vamos a ir viendo cómo limpiar cada una de ellas. Para el cuadro de la bicicleta debemos limpiarlo con un cepillo de pelo largo y suave. También usaremos una esponja y un detergente que no dañe la pintura. Para la transmisión precisa de un producto disolvente para la grasa. Debemos limpiar la cadena solo si es estrictamente necesaria. Entre elegir gasoil o gasolina, nos decantaremos por el primero pues gracias a su base oleosa no seca la cadena. Para las llantas y neumáticos sí que podemos usar un estropajo duro y jabón, eliminando la suciedad. Desde luego en éstas no se puede usar disolvente de ninguna forma.
Para los piñones y los platos se limpia con una brocha de pelo duro. La usaremos impregnada por ejemplo con gasoil. El aclarado de la bicicleta no debe hacerse con agua a alta presión. El agua a alta presión puede llegar a introducirse en los rodamientos. Repetimos si usamos disolventes para limpiar la bicicleta debemos evitar que entren en contacto con los neumáticos.
Cómo limpiar nuestra bicicleta
Seguramente si alguien aún no se ha visto en la tesitura de limpiar su bicicleta puede estar pensando que es algo muy complicado. Y no podemos responder que sí, ni que no. Porque la limpieza de una bicicleta requiere de unos mínimos conocimientos respecto de los mecanismos de la misma. Para limpiar nuestra bicicleta a fondo podemos usar cualquier jabón neutro. El agua bien caliente que nos ayudará a eliminar todos los restos de suciedad, incluidas las manchas de grasa.
Frenos, platos, pedal…
Un lugar donde la limpieza puede ser más complicada son los puentes de freno. Allí se puede alojar gran parte de residuos que se forma al frenar forman una capa complicada de eliminar. Para llegar a todos los rincones el uso de una brocha nos facilitará esa actuación. En los platos, en la cazoleta del eje pedalier suele acumularse mucha grasa. Para casos de extrema suciedad se debe dejar actuar un desengrasante y después usar una brocha para terminar de limpiar. Aprovecharemos esa brocha para limpiar el portacala del pedal.
Cambio, cassette, ruedas…
Para la limpieza del cassette no precisa desmontarlo. Las coronas se pueden limpiar por medio de un cordón de algodón, lo impregnaremos con gasolina. En el cambio trasero también se acumula mucha suciedad. Ese cumulo de suciedad podemos eliminarlo con cepillos de pelo duro. Un cepillo de dientes impregnadas las cerdas con disolvente, nos servirán en las roldanas y en el paralelogramo. La limpieza de las ruedas no solo debe servirnos para eliminar toda la suciedad, debe servir para detectar los desperfectos que hayan sufrido durante el uso de la temporada.
Con un «nanas» nos dedicaremos a las llantas, limpiando bien los flancos para que no queden rastros de la fricción de la zapata. Hay que ser cuidadosos con estas maniobras, pues podríamos dañar la capa de anodizado. Para las llantas de carbono podemos usar un detergente desengrasante y un estropajo de fibra suave.
Zapatas, cadena…
El mantenimiento de las zapatas debe hacerse pensando en que estas se pueden cristalizar. Ya que pueden llegar a arañar la llanta, además de perder capacidad de frenado. Lijaremos las zapatas. Para el engrasado de la cadena se debe limpiar primero la grasa envejecida. Hay productos específicos para hacer esa función, si no tenemos acceso a ellos se puede usar gasoil y una brocha. Secaremos la cadena con un paño de algodón. Y finalmente daremos un aceite especial para cadenas para volver a engrasar, el exceso de grasa hay que eliminarlo.
Tenemos la bicicleta limpia del todo
Nuestra bicicleta está bien limpia, ahora si lo que queremos es guardarla para una temporada, debemos tomar algunas precauciones. Entre otras acciones deberemos soltar los aproximadores de los frenos, en los Shimano en los puentes. Quitaremos aire de las ruedas y dejaremos seleccionados el plato y piñón más pequeño. Esto último es para reducir la tensión en el cambio.
En nuestra página de ofertas de accesorios tenemos un Kit de limpieza muy completo que seguramente os vendrá de maravilla.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!