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En ocasiones nos preguntan, oye que necesitamos para un mantenimiento básico de nuestras bicis. Y lo cierto es que casi siempre les decimos que lo primero de todo tratarlas bien… Eso se da por descontado, ¿verdad? El buen trato a nuestra bicicleta es algo que se nos da por supuesto, como el honor a los que hicimos «la mili» en la prehistoria… El mantenimiento básico de la bicicleta empieza por cuidarla bien, tanto cuando la usamos como cuando la tenemos «aparcada». No se puede dejar en cualquier lugar y de cualquier forma. Pero ese es tema de otra entrada y no nos vamos a adelantar. Vamos a ver qué podemos necesitar para mantener nuestra herramienta en perfectas condiciones. Lo primero de todo mirar en nuestra sección de ofertas en accesorios, pues en ocasiones tenemos alguna oferta en kit de limpieza que os puede interesar…
Mantenimiento básico, los útiles
Para el mantenimiento básico de nuestra bicicleta deberemos tener siempre unos útiles mínimos. Una cosa que a lo mejor alguno piensa que la digo gratuitamente, los útiles del mantenimiento básico de nuestra bicicleta deben ser únicamente para ese fin. No podemos usar cosas destinadas a otros fines. Parece una cosa obvia pero en serio, en ocasiones algunos piensan que no hay cosas tan importantes… Para limpiar los excesos de grasa en nuestra bicicleta o en las herramientas que usemos es necesario tener trapos de tela y un limpiador. Y en serio no tienen porque usarse los mismos toda la vida, hay que cambiarlos de vez en cuando…
Por supuesto algo que no debe faltarnos nunca es el lubricante para la cadena, una bomba de hinchado y juegos de llaves. Las llaves deberán ser de allen, torx y ya como Top la dinamométrica. Esta última lo más seguro es que no la usemos nunca, si se precisa de algún ajuste de ese tipo os aconsejamos que nos visitéis en el taller. Para conocer el desgaste de la cadena existen unos calibres especiales que lo indican, sería otra herramienta que necesitamos, sin duda.
Oye, ¿y qué debemos revisar?
Para poder hacer un mantenimiento básico de nuestra bicicleta es necesario, saber qué y cómo debemos revisar. Vamos a dar un paseo por las cosas más habituales para hacer una guía de mantenimiento. Sería genial tener un caballete para poder sujetar la bici mientras hacemos el mantenimiento, pero eso no es lo más habitual. En caso de no disponer de ello, podemos echar mano de un hijo, amigo o de nuestra pareja, objetivo que nos sujeten la bici… Es parte del precio que deben pagar por tener cerca a un loco de las dos ruedas… Cuando ya llevemos un tiempo con esta práctica deportiva, nos daremos cuenta que los «ayudantes» suelen no estar cuando los necesitamos, desde ese momento habrá que echar mano de algún compañero de fatigas quid pro quo
Los frenos y sus zapatas…
Como en cualquier vehículo el estado del sistema de frenado es fundamental. En nuestro caso revisar las zapatas será lo primero que hagamos. Comprobamos ambas, que el desgaste sea similar en ambas y que esté dentro de lo admisible. ¿Cómo saberlo? Si las zapatas están excesivamente desgastadas el recorrido en la maneta de freno será mayor. Comprueba los cables fe freno, su estado que no tengan hilos rotos. Si encuentras alguno roto no lo dudes cambia el cable sin más.
La transmisión de la bicicleta
Hay que cerciorarse de que la cadena está dentro de los valores de estiramiento admisibles. ¿Qué usamos para ello? Los calibres de los que hablamos más arriba. Usaremos en primer lugar la parte que corresponde al 0,75. Si la galga no entra eso significa que la cadena sigue estando en buenas condiciones de uso. Puede ocurrir que entre en esa posición, pasaremos a comprobar en la de 1,0 si entra la galga cambia esa cadena ya mismo. Si no entra aún podrás usarla un poco más, todo dependerá de nuestras necesidades, pero consejo de vuestros mecánicos si entra el 0,75 pasad de jugárosla.
Ya tenemos revisados los frenos y nuestra cadena está en condiciones de ser usada. Vamos a comprobar cómo van las marchas, que sincronicen bien y entren sin problemas. Es más fácil detectar problemillas aquí que en mitad de la carretera en el fragor de los kilómetros. Se comprueban los cambios, el trasero con los dos platos. Regularemos la tensión del cable si encontramos alguna marcha que no vaya del todo fina.
Bien volvemos a la cadena, con nuestros trapos de tela la limpiamos superficialmente, para pasar a lubricarla. El lubricante también es necesario en el cambio trasero y el desviador delantero. Volvemos a repasar las marchas y su funcionamiento, de esta forma conseguimos que el lubricante pase por todos los sitios. Limpiamos restos de grasa en el cuadro, en el resto de elementos y en las herramientas que hayamos utilizado. Hemos finalizado con el mantenimiento básico de nuestra bicicleta. Sencillo ¿verdad? Pues a ponerlo en práctica…
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