Mejorar en la bici, ¿con otros deportes?

A ver seguro que no estamos descubriendo la pólvora. Está claro que que no existe un único manual de cómo mejorar encima de una bicicleta. Si nos ponemos a mirar nos daríamos cuenta de que hay casi tantos manuales como locos que nos dedicamos a esto de pedalear. Habrá manuales de mejora que solo contarán con la bici como herramienta para conseguir sus logros. Y seguro que algún manual a se apunta a lo que hoy vamos a comentar en nuestro Blog. Mejorar con la práctica de otras disciplinas deportivas. Pues sí, se puede mejorar en la bicicleta sin estar subido a ella todo el tiempo. Tus amigos de EnBici te van a dar algunas pistas sobre este «manual para mejorar en esto de la bici». Como ya hemos contado podemos mejorar la potencia, y buscar nuestras debilidades y fortalecerlas. Y luego podemos mejorar en general nuestra forma física.

Otros deportes para mejorar en la Bici

La especificidad es una de esas normas no escritas de los entrenamientos deportivos. Ese principio es el que nos marca que si nos dedicamos a la bicicleta, no perdamos el tiempo con otras cosas. Para nuestra mejora competitiva no hay nada como un entrenamiento específico. Algo que se adapte a nuestra práctica deportiva, y al tiempo a nuestras condiciones y posibilidades. Esto se debe a que cada especialidad tiene eso que se conoce como «gesto deportivo». Esto en nuestro caso sería el dar pedales. Con los grupos musculares que ello conlleva, el tipo de esfuerzo y la mecánica del mismo. Introducir otra especialidad deportiva puede conllevar la aparición de problemas musculares. Cambiamos nuestro gesto deportivo y otros grupos musculares entran en juego.

Pero como en todo en la vida hay que saber cómo llevar a cabo la introducción de otros deportes. Y sobre todo para qué los introducimos en nuestros entrenamientos. El momento de la temporada en lo que nos decantamos por ello. La intensidad que apliquemos en esa nueva disciplina. Todo ello son detalles que nos ayudarán a no sufrir sobrecargas musculares, y que esas sesiones sí sirvan para conseguir objetivos previamente marcados. Hay periodos del año que entre la climatología y nuestras circunstancias, sacar tiempo para la bicicleta es más complicado que realizar sesiones de otro deportes. Pensemos que la bicicleta es una actividad aeróbica, lo mismo que serían el correr o el nadar. Por ejemplo el trabajo de gimnasio con pesas es anaeróbico.

Usando el running

Correr es una de esas actividades que pueden ayudarnos al comienzo de las temporadas. Pues desarrolla nuestra capacidad aeróbica, y entrenando con cabeza podemos extrapolar sus resultados a la bicicleta. Podría ser una o dos sesiones durante la semana. Para que el domingo le demos a tope a la bicicleta. En los primeros tres meses de la temporada podemos rodar sin sobrepasar el ochenta por ciento de nuestra frecuencia cardíaca máxima. Es decir nada de rodajes intensivos, y nada de creernos Keniatas y rodar en tres minutos el kilómetro. Al principio de temporada es posible que estemos por encima de peso. Para quemar grasas corriendo debemos hacer sesiones por encima de los veinte minutos. Es a partir de ese tiempo cuando empezamos a consumir grasas.

Nuestro consejo si te decantas por correr y compaginarlo con la bicicleta es intentar evitar el asfalto. Para minimizar el impacto en las articulaciones. Usar un buen calzado, no salgas con «playeras». Recordar que para correr el calentamiento previo y el enfriamiento posterior son vitales. Y desde luego si el objetivo que tienes en la cabeza es coger fondo físico desiste de correr. Es mucho mejor usar la bicicleta para ese menester.

Pesas, entrenamiento de fuerza

Del mismo modo implementar sesiones de fuerza al principio de la temporada es una gran idea. A quién no les gustan mucho las pesas, hay programas de acondicionamiento o tonificación muscular que pueden conseguir el mismo objetivo. Estas sesiones de entrenamiento fortalecen los tendones, articulaciones y ligamentos en general. No es ninguna tontería pero si eres carne de calambres estos ejercicios pueden minimizar la aparición de los mismos. Si optas por las pesas no mezcles esa sesión con un entrenamiento de carrera continua. Pero sí que incluir una sesión corta de bicicleta o rodillo es una gran idea. Vas a transferir el trabajo de las pesas de una forma fluida. El uso de las pesas debe estar controlado por un profesional, que te indique posibles errores al ejecutar los ejercicios.

Nadar, nadar y nadar

Si tuviésemos que decantarnos por una actividad deportiva que encaja con la bicicleta esta es la de nadar. Nadar aumenta nuestra capacidad pulmonar, y ya sabemos lo necesaria que es. Al tiempo es una actividad poco agresiva para los músculos. Tonifica los mismos y nos da una relajación que otras actividades no consiguen. Debes saber que cada especialidad de nado nos hace trabajar diferentes grupos musculares. Para nosotros el crol y la espalda son sin duda los más aconsejables para un ciclista. Hacen trabajar a la mayoría de nuestros grupos musculares, sin cargar el mayor peso en uno en concreto. Brazos, piernas, abdominales, lumbares, espalda, en fin nos ponen a tope. Y algunas zonas muy castigadas del cuerpo del ciclista, como la espalda y más ne concreto las lumbares.

Cuándo hacer natación en un plan de entrenamiento de bicicleta, pues al día siguiente de una buena tirada en bicicleta. Esto nos favorecerá la famosa recuperación, y el retorno venoso. Además de relajar nuestro cuerpo después de un esfuerzo intenso.

Qué decir si somos capaces de incluir en nuestro plan de entrenamiento todas estas actividades físicas. No tanto con el objetivo de hacernos triatletas, sino con otro más humilde. Estar en perfecto estado físico, aunque a quién no le pica el gusanillo del Tri, ¿no?