¿Tienes unos frenos en tu bicicleta de primera calidad?

Aunque de siempre han sido utilizadas en cada uno de los rincones del mundo, las bicicletas son uno de los medios de transporte que han cobrado mayor popularidad en los últimos años por todas las ventajas que presentan; desde sus beneficios físicos hasta sus ventajas a la hora de desplazarse. Hoy en día, cerca de un 60% de personas tienen una bicicleta en sus casas que usan con regularidad, por lo que deben ser cuidadas para que estén en su mejor estado. Aquí en Enbici hay un montón de posts con recomendaciones acerca de cómo mantenerlas y sobre los cuidados que requieren. Pero hacía falta uno en donde se cuestione la buena calidad de los frenos de estas bicicletas.

¿Cómo funcionan los frenos de las bicicletas?

Los frenos son una de las partes fundamentales de las bicicletas, por lo que es importante que las personas se aseguren de que sus bicicletas cuenten con unos frenos de primera calidad. A lo largo de la historia de las bicicletas, el diseño de estas ha ido cambiando hasta llegar al diseño que conocemos hoy en día (con sus diferentes modelos). Y para este diseño, los frenos son uno de los componentes que más ha evolucionado gracias a las innovaciones tecnológicas.

A través de sus variables, el concepto es el mismo: los frenos para bicicletas aplican presión sobre alguna parte para detener el movimiento. Pero cada tipo de freno lo hace de una manera diferente.

Tipos de frenos

  • Frenos de Varilla: siendo uno de los primeros tipos de frenos, estos aplicaban presión sobre la llanta o neumático, pero no resultaba ser muy efectivo. Son encontrados en las bicicletas muy antiguas.
  • Frenos de Tambor: este tipo de frenos aplicaban la presión en el buje de las ruedas. Solían calentarse mucho, por lo que fueron desplazados casi inmediatamente cuando llegaron los frenos Calipper.
  • Frenos Calipper: son quizás los que mayor popularidad gozaron en los años 70 y 80. Estos frenos hacen presión en ambos lados de la llanta de manera ecuánime, y están sujetos a la bici por un perno único.
  • Frenos Cantilever: a mediados de los 80 llegaron los frenos Cantilever, funcionando de una manera similar a los Calipper pero siendo mucho más ligeros y potentes.
  • Frenos V-Brakes: los V-Brakes hacen presión por ambos lados de las ruedas, son mucho más ligeros que los anteriores y no requieren de una fuerza mayor para activarse. Son los que se ven con mayor frecuencia en las bicicletas modernas.
  • Frenos de Discos: ubicados en los bujes de las ruedas, los frenos de discos son la genialidad de los frenos de hoy en día, con mucha potencia y resistencia. Comenzaron siendo utilizados por las bicicletas de montañas.

Con esto puedes identificar el tipo de frenos que tiene tu bicicleta, y ver qué tan viable sea la opción de conseguir unos frenos de primera calidad. Hoy en día, los últimos tres tipos de frenos son los más utilizados: Cantilever, V-Brakes y de discos, así que con estos veremos las características que los hacen ser frenos de primera calidad.

¿Cómo elegir los frenos de tu bicicleta?

¿Cómo deben ser unos frenos de primera calidad?

Como ya se ha dicho, tener unos frenos de primera calidad en tu bicicleta es algo fundamental, no solo por motivos de seguridad, sino también para que el rendimiento de la bicicleta sea óptimo. Conseguir unos frenos de primera calidad no es una tarea complicada; solo hay que conocer las características de los frenos para poder identificar sus cualidades.

Suavidad

Es la primera característica a tomar en cuenta, ya que esto también es un buen indicador del estado de los frenos. Cada tipo de freno de primera calidad debe funcionar sin generar ningún tipo de ruido y de un modo fluido, sin presentar baches que dificulten su uso.

Hay que verificar que las manetas de los frenos no presenten ningún impedimento a la hora de apretarlas, que su cableado esté bien ajustado y conectado con los frenos, y que las pastillas de freno tengan buen agarre.

Tensión y presión

La tensión de los frenos se puede entender como la sensibilidad que estos tienen a la hora de activarse, y la presión (o potencia) es la cantidad de fuerza que ejercen para frenar a las bicis.

Mucha tensión hará que los frenos hagan presión sobre las ruedas en un punto temprano, y muy poca tensión, prácticamente, deja a los frenos inanes. Ambas son ajustables, pero ya que tanto la tensión como la presión tienen una relación proporcional, el equilibrio de estas es muy importante para que los frenos sean de primera calidad con una respuesta efectiva.

En los frenos de discos, la presión que se ejerce sobre estos discos es tan grande que son ideales para las bicicletas montañeras, que suelen tener un uso más rústico. Además, este tipo de frenos no se ven afectados por ir en recorridos mojados.

Materiales

Excluyendo las manetas y tomando en cuenta solo al cableado, los pistones, discos y pastillas de frenos, los frenos de primera calidad están hechos de materiales ligeros, resistentes a la corrosión, resistentes al barro y a las partículas de tierra. También deben ser capaces de permanecer en buen estado por un largo tiempo, reduciendo la necesidad de recambios.

Afinidad con las ruedas

No todos los neumáticos de las bicicletas son iguales, ni tampoco los rines ni los bujes. Por esto, para considerarse como frenos de primera calidad, estos deben trabajar bien con los demás componentes de las bicicletas; en específico, los frenos de buena calidad deberían funcionar a la perfección con las ruedas de las bicicletas.

Seguridad

Este se toma como último punto ya que sería el resultado de todos los anteriores. Los frenos de primera calidad tienen estas características bien marcadas, lo que en última instancia favorece el rendimiento de estos en las bicicletas, sea cual sea su tipo (bicicletas de paseo, bicicletas de carretera, bicicletas montañeras o bicicletas eléctricas), y garantiza la seguridad de las personas al funcionar a la perfección.

Ahora que conoces las cualidades que deben tener los frenos de primera calidad para las bicicletas, puedes examinar la tuya y estudiar la posibilidad de mejorarla. Hay que recordar que una cosa es tener una bicicleta en buen estado, y otra muy distinta es tenerla en un estado óptimo.

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