La evolución de la bicicleta

La bicicleta es uno de los inventos más revolucionarios del siglo XIX. Su inventor, Carl von Drais von Sauerbronn, en 1818 legó a la humanidad un instrumento de una potencialidad única que en la actualidad aún representa una alternativa sustentable ante otros medios de transporte más sofisticados pero también más contaminantes. A pesar de que existen antecedentes al invento de von Drais, fue con él que la misma se popularizó, llegando a ser conocida también como draisiana. Lanzada originalmente bajo el nombre de vélocipéde, esta creación aún resultaba muy poco práctica para su uso cotidiano.

La dirección de la draisiana era giratoria y no constituía un verdadero manubrio. Tampoco se había inventado para la fecha la transmisión, por lo cual la bicicleta debía ser impulsada  mediante los pies. De modo que el invento que von Drais fue revolucionario, pero aún a la futura bicicleta le faltaba mucho por recorrer. En Enbici te contamos los aspectos más importantes de la evolución de la bicicleta, gracias a la cual ha llegado a ser lo que es en la actualidad.

La primera bicicleta controlable

La bicicleta de von Drais fue, sin duda alguna, una de las primeras bicicletas existentes.  Este se ha considerado el punto de origen en la evolución de la bicicleta, no obstante, algo de lo que tampoco hay dudas es de su inexistente capacidad de usarla a voluntad.

Los pocos que se atrevieron a tanto, como el obrero parisino, J. Lallement (primer ciclista de la historia) no terminaron del todo bien, ya sea por accidentes, reclamos e incluso por multas por parte de las autoridades.

La primera bicicleta controlable se debe a otro gran inventor, al escocés Kirkpatrick MacMillan para el año de 1839. Como ya desde 1817 existía el manillar (a pesar de que von Drais utilizó una pieza un tanto distinta) MacMillan solo se dedicó a incorporar una pedalera.

La inclusión de una pedalera fue lo que permitió que la bicicleta ahora fuese más controlable por parte de sus usuarios, generando tanto un verdadero revuelo y asombro entre los potenciales usuarios de la misma, como un impulso a la imaginación.

Ya para 1861, 43 años después de la aparición de la “draisiana”, al herrero Pierre Michaux, inspirado por toda la inventiva que se gestaba en torno a lo que sería la bicicleta, se le ocurrió agregar los pedales a la muy conocida primera bicicleta del a historia. Se trató de un invento atribuible tanto a el como también a Philip Motirx. La bicicleta también se conoció desde entonces como la “Michaulina”.

3 años más tarde, en 1864, apareció finalmente la primera bicicleta con una transmisión más cercana a la versión moderna. El desarrollo se debió a James Slater. Dos años más adelante, otro inventor, llamado James Starley, añadiría los reconocibles radios de alambre a las ruedas.

La industria de la bicicleta y la Rover Safety

Otro hito importante en la evolución de la bicicleta ocurrió aproximadamente medio siglo después de que el invento de MacMillan marcara un antes y un después, otro inventor británico llamado John Starley Kemp, instauraría la industria de la bicicleta e introduciría al mercado la bicicleta llamada Rover Safety en 1885.

Tal bicicleta fue la primera bicicleta moderna existente. Tenía un aspecto un tanto similar a la bicicleta “draisiana” porque su rueda delantera era levemente más grande que la rueda posterior, sin embargo ya constituía una bicicleta esencialmente a sus predecesoras.

Poseía una transmisión de cadena, bielas, engranajes, pedales, conducción directa, un manubrio de horquilla inclinada, y un cuadro de forma romboide. Se trata pues, como ya se dijo, de una bicicleta moderna con todas las de la ley.

Poco tiempo después de su lanzamiento también se incluiría el invento del neumático (que hizo su aparición en 1888) con lo cual la bicicleta aparecería como un vehículo no solo posible,  sino probado, seguro, y deseable.

Unos años más tarde, en 1896, el ciclismo ya sería declarado como deporte oficial para las olimpiadas que estarían por realizarse.

La aparición de la bicicleta de pista y la bicicleta montañera

En la década de los 60 del siglo XX, otro modelo de bicicleta haría acto de presencia en la cadena de evolución de la bicicleta. No sería otro que  la bicicleta de pista, la más cercana a la bicicleta estándar que conocemos en la actualidad. Este modelo ya no presentaba la diferencia de tamaños entre las ruedas y presentaba nuevas formas de manubrios.

El diseño de la bicicleta de pista puede ser entendido como mucho más simple, minimalista, práctico e incluso cortante respecto al estilo clásico por ser considerado un tanto anticuado.

Aunque el estilo de la Rover Safety persisitió, hasta el punto de que en la actualidad encontramos modelos estéticamente similares, puede también afirmarse que el estilo de la bicicleta de pista logró difundirse masivamente con mayor facilidad.

Unos años más tarde, en la década de los 70 ya haría su aparición la bicicleta montañera, con lo cual se evidenciaría no solo el impulso interno de la industria del ciclismo, sino también la cada vez mayor aplicación de los conocimientos hidráulicos en los vehículos personales.

De esta manera, la bicicleta desde entonces solo ha presentado un avance constante, la inclusión de nuevas tecnologías que hacen del gran invento revolucionario del silgo XIX, mucho más eficiente y adaptable a terrenos cada vez más intrincados y de difícil dominio.

La aparición de las bicicletas eléctricas y frenos

En la actualidad los avances que presentan las bicicletas son enormes. No solo existen bicicletas eléctricas que logran funcionar como una suerte de híbrido entre motocicleta y bicicleta convencional, sino que existen numerosos avances en cuanto a las piezas particulares tales como los frenos.

Asimismo, la ciencia y la tecnología esta cada vez más al servicio de los ciclistas, puesto que ahora existen también estudios biomecánicos que ayudan a determinar la idoneidad de determinados elementos tales como el sillín, altura, tipo y tamaño de cuadro de la bicicleta.

Todos estos desarrollos han sido posteriores tanto al invento germen del siglo XIX, como a la modernización de la bicicleta en el siglo XX. Estos constituyen los puntos más importante en la evolución de la bicicleta, siendo las mejoras actuales un perfeccionamiento de tan maravilloso invento.