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Nuestra bicicleta requiere unos cuidados para que siga estando a pleno rendimiento. El mantenimiento básico de la bicicleta es un tema del que ya hemos hablado. Uno de esos cuidados que se deben realizar es la limpieza de la bicicleta. Hoy vamos a ver cosas que podemos hacer tanto antes de salir de casa, como a la vuelta de una salida con nuestra bicicleta.
Cuidando tu bici, el día a día
Cuando solemos salir con frecuencia con nuestra bici debemos seguir unos pequeños consejos para el cuidado de tu bici. Vamos a ver tanto cuestiones sobre el cuidado antes de salir y a la vuelta a casa.
Qué hacer antes de salir de casa
Lo primero de todo debemos revisar y comprobar la presión de los neumáticos. Miraremos que la cadena está convenientemente engrasada. Comprobaremos que funciona correctamente el cierre rápido de las ruedas. Se comprobará el centrado de las ruedas, y el desgaste de las zapatas. La correcta tensión de los cables de freno. Que los puentes de freno tengan la leva en apertura en posición «cerrado». Comprobar que tenemos el equipo completo de repuestos y herramientas, como los parches y bomba. Y si queremos controlar el kilómetraje debemos resetear el ciclómetro.
Qué hacer al volver a casa
Cuando llegamos de la salida con la bici debemos comprobar que no existan daños en los elementos de nuestra bicicleta. De ese modo miraremos si en las cubiertas se hubiese podido incrustar en las mismas. Si hemos tenido un pinchazo debemos reparar la cámara y no dejarlo en el olvido. Por supuesto procederemos a la limpieza en profundidad de nuestra bicicleta. No se puede dejar en ningún caso sin limpiar. Revisaremos el estado de los flancos de las llantas, y la tensión de los radios, que en ocasiones al atravesar algún bache pueden sufrir daños.
Cuidados cada mil kilómetros
Por supuesto una limpieza en profundidad. Se revisará el estado de cuadro y horquilla. En estos buscaremos fisuras que se hayan podido producir. De la dirección comprobaremos la existencia de holguras. Respecto de la cadena procederemos a desengrasar la misma y posteriormente lubricarla con un aceite específico. Se eliminará todo rastro de suciedad que haya quedado depositada en platos y piñones. Comprobaremos la holgura del eje pedalier. Engrasaremos los rodamientos internos de las roldanas del cambio trasero. Aceitar los pivotes del desviador y del cambio. Así como engrasar los elementos de los puentes de freno. En cuanto al pedalier y los puentes de freno verificar el apriete de tornillos. Se comprobará la tensión de los radios y si es necesario se ajustaran.
Otro punto a comprobar es la de los cables de freno y cambio. Engrasando las zonas próximas a los topes. Las zapatas de freno se deben limpiar con cepillo de pelo duro. La pista de frenado de las llantas se deberá limpiar con disolvente. Se comprobará el desgaste de las calas.
Cuidados cada tres mil kilómetros
A los tres mil kilómetros debemos comprobar los rodamientos de los bujes. La holgura de los ejes de los pedales. Engrasando los rodamientos del eje pedalier. El juego de dirección se revisará por completo. En cuanto a las zapatas de freno se verificaran su estado y si es necesario se procederá al cambio de las mismas. Se ha de medir la cadena y comprobar su estado, y si es necesario se cambiará.
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